EL SOL ARREMETE contra mi piel morena, camino por las calles centrales de la ciudad y es como si fuera invisible a las miradas de los desconocidos; sin embargo, aquellos que también son ajenos a ellos, nos reconocemos como guardianes del tiempo, somos los olvidados del transitar; los amos de las sombras que pululan en orgías, curamos a los árboles enfermos y nos desvestimos ante los reflejos de las ventanas rotas; vivimos en templos en ruinas y en calles solitarias, bebemos lágrimas de desilusionados que en las esquinas se consuelan. La gente nos ignora... es mejor porque sino ya estaríamos extintos.
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1 comment:
¿cómo no podría ignorarnos si somos "los amos de las sombras que pululan en orgías, curamos a los árboles enfermos y nos desvestimos ante los reflejos de las ventanas rotas; vivimos en templos en ruinas y en calles solitarias, bebemos lágrimas de desilusionados que en las esquinas se consuelan"? Esa es la diferencia, la que modifica todo.
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